¡Que emoción el recibir más y más historias vuestras con esos caballos especiales! Hoy, en Mi caballo y yo, tenemos de invitados a Paloma y a Drakaris, un binomio que, estoy segura, os dejará con la boca abierta.

¿Por dónde empezar? En este post creado con mucho cariño para My Horseback View os contaré cómo ha sido mi experiencia con Drakaris estos últimos 4-5 años, como me despertaba todas la mañanas pensando en él y como me iba a dormir cada noche pensando en cuál sería nuestro siguiente paso.

Todavía soy capaz de recordar la primera vez que estos ojitos azules me enamoraron. Vivía en Asturias, cuando por primera vez lo vi. Estaba suelto en uno de los paddock de la hípica cuando me acerqué a él para poder darle un trozo de pan que despreció y prefirió que le rascara, cosa que me impactó mucho y ya me quedé con ello en mis pensamientos. Con el tiempo le fui conociendo más y comprendió el concepto de las chucherías las cuales asoció conmigo y cada vez que aparcaba el coche me recibía con un relincho (cosa que sigue haciendo a día de hoy).

Llegó el verano y con él se mudó a una yeguada donde estaba de semental en unas cuantas hectáreas con sus chicas y… ¿Adivináis lo que pasó? Me recibió relinchando y no se despegó de mi en toda la visita. Aquí fue donde empezó a rondarme la idea de querer comprarlo pero era prohibitivo con mi sueldo.

Este vínculo siguió creciendo entre nosotros y yo siempre ayudaba con los potros en la cuadra y surgió el gran momento… la primera vez que alguien se debía subir encima, y yo, sin saberlo (dado que fue una sorpresa) fui la primera y sus reacciones fueron de sobresaliente.  Este fue el punto donde decidí hacer todo lo posible para hacerle mío y comencé a luchar por él. Iba a hacer lo que hiciera falta, trabajar más horas, pedir un crédito, trabajar en la cuadra alguna que otra hora hasta que finalmente lo conseguí.

Aquí comienza realmente la aventura de domar un potro desde cero la cual debo reconocer que me vino muy grande al principio pero nunca desistí. Considero que esa es la única manera de conseguir un sueño, perseguirlo y no soltarlo nunca.

Entraron muchas emociones en juego, muchos momentos malos y de frustración de cuestionarme si estaría haciendo lo correcto y de tener muy claro que era una blanda a la hora de castigar, debía encontrar otro método, estaba segura de que existía y tenía la baza de no tener ninguna prisa, no quería concursar ni se trataba del caballo de un cliente donde tuvieses que cumplir unos tiempos, simplemente tenía que disfrutar así que comencé a buscar otra metodología de aprendizaje.

¿Como la encontré? En un camping teniendo una conversación reveladora con mi mejor amiga: Si los perros podían aprender un sinfín de ordenes solo con refuerzo positivo y un Clicker, ¿Podría un caballo?

No se diga más, decidí empezar a cambiar libros de caballos por los de adiestramiento canino y como no, me hice con muchas chucherías y un Clicker.

Creo que os podéis imaginar la cara de muchos profesionales cuando me vieron con este experimento y recibí muchas palabras desalentadoras pero no me detuvieron. Comencé a enseñar y premiar a mi manera y tiempo después obtuve  a través de resultados el reconocimiento de muchas personas que dudaron en principio. No les juzgo, no dejaba de ser un experimento, pero yo tenía claro que llegaríamos hasta donde Drakaris pudiera.

Muchos de estos frutos son, un paso español de escándalo, passage, piaffe, poder montarle sin cabezada incluso con yeguas cerca a pesar de estar entero.  También gracias a este proceso a día de hoy tengo a Drakaris con apenas 7 añitos haciendo rutas y espectáculos sabiendo hacer un sinfín de ejercicios y una dueña orgullosa  cuya única preocupación es el bienestar físico y psicológico de su animal.

¡PRESENTACIÓN QUE HA PREPARADO PALOMA!

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¡Mil gracias Paloma por contarnos tu historia junto a Drakaris! Estoy segura de que aún os quedan un sin fin de historias por vivir y miles de cosas por aprender juntos. Podéis ver sus avances en su cuenta de Instagram @horsemakers.

¿Quieres ser protagonista de la sección Mi caballo y yo? Solo tienes que escribir un email a info@myhorsebackview.com contando tu historia y la de tu caballo adjuntando imágenes en buena calidad.