En esta época del año, nuestros caballos echan el pelo de invierno para protegerse de las bajas temperaturas de estos meses tan fríos. Pero, según el rendimiento deportivo que tenga nuestro caballo, este pelaje puede suponer un problema ya que, al sudar, nuestro caballo tardará en secarse, quedarse frío y que enferme. Si has valorado la posibilidad de esquilar a tu caballo, ¡este es tu post! Os explico cómo preparar a nuestro caballo para el esquilado.

Si aún no tienes claro que debemos valorar para esquilar a tu caballo, echa un vistazo a este post

Antes de empezar con el esquilado, tenemos que tener a nuestro caballo lo más limpio posible para evitar que la esquiladora se pueda atascar, hacer daño a nuestro caballo o, en términos estéticos, que no nos quede el esquilado tan apurado y limpio como nos gustaría.

Lo ideal sería darle un baño con jabón a nuestro caballo para eliminar la mayor cantidad de polvo y suciedad posible pero, en esta época del año y según las instalaciones que tengamos, esto no es una posibilidad, ya que nuestro caballo se puede quedar frío y puede tardar horas y horas en secar. Si no disponemos de agua caliente y solarium para secar a nuestro caballo, podemos optar por usar rasqueta y cepillo para tratar de eliminar la mayor cantidad de polvo que sea posible (método al que acudimos gran parte de nosotros).

Como ayuda extra en el caso de que nos dejemos algo de suciedad al limpiar con rasqueta, hago uso del spray acondicionador SilkCare de Leovet para dar suavidad al pelaje del caballo y ayudar a la esquiladora a que se deslice mejor. Mi recomendación es que lo apliquéis en una esponja o paño y distribuirlo de manera uniforme por el cuerpo del caballo.

Una vez tengamos al caballo listo, es hora de echar un vistazo a la esquiladora y a sus cuchillas. Si alquilamos una esquiladora, en algunos establecimientos, nos ponen como condición la compra de las cuchillas, por lo que, en ese caso, garantizamos que estén bien. Pero en el caso de tener nuestra propia esquiladora o nos dejen una, tenemos que ver el estado de estas para poder asegurarnos de tener un esquilado limpio y sin fallos técnicos que nos puedan hacer perder tiempo o hacer daño a nuestro caballo.

Una vez comprobadas las cuchillas y que la maquina funciona correctamente, ¡es hora de esquilar! antes de comenzar, es recomendable lubricar las cuchillas con aceite para que funcionen correctamente y no se atasque. Una vez nos pongamos a ello, es importante usar la esquiladora con decisión, usando la misma presión y teniendo claro qué tipo de esquilado queremos para nuestro caballo. En el caso de que lo ultimo nos pueda suponer «un problema», podemos usar tiza para marcar los límites del esquilado.

Para esquilar a nuestro caballo podemos contratar a alguien que nos ayude a esquilarlo o hacerlo nosotros mismos. Además de la compra de una esquiladora, existen servicios de alquiler de maquinas para no tener que hacer el gran desembolso que supone si solo vamos a esquilar una vez al año.

¿Vosotros tenéis algún otro truco para hacer el esquilado un proceso más fácil y rápido? Descríbelo en los comentarios para que lo probemos todos. 

¡Un abrazo!

Silvia

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Colaboración con Hispano Hípica