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Montar a caballo en verano: cosas a tener en cuenta

A pesar de este verano tan atípico que estamos viviendo, en esta estación del año solemos pasar más tiempo fuera de casa y, también, más tiempo con nuestros caballos en las cuadras. En este post os traigo unas recomendaciones para afrontar las altas temperaturas del verano con nuestros caballos.

persona duchando a un caballo en verano

1. Protección contra los rayos UV: cuando estamos trabajando con caballos (y el trabajo en el campo en general) estamos expuestos a los rayos UV del sol y nuestra piel puede sufrir mucho. Yo tengo la piel bastante sensible y trato de cuidármela con cremas de factor +50 o preparadas para el deporte (Si tenéis dudas, yo he probado las líneas sport de las marcas ISDIN y Avène y están bastante bien) que estas suelen tener mayor protección para evitar quemaduras, aparición de eccemas, que la piel se estropee en general o riesgo de melanoma.

¡Pero nuestros caballos también pueden verse afectados por los rayos UV del sol! Las áreas sonrosadas y los caballos de diluciones crema, pueden sufrir quemaduras si están expuestos muchas horas al sol. Lo más recomendable es evitar sacar a nuestros caballos en horas cuando el sol «pega fuerte» pero hay distintas marcas que trabajan con productos para la protección de su piel o el alivio de picores por eccemas solares.

Hocico sonrosado de un caballo tordo un poco quemado por el sol

2. Evitar las horas de más calor: como bien dijo el equipo de Dynamic Physiotherapy Horse en una de sus publicaciones de Instagram, la temperatura del cuerpo de nuestros caballos es más propensa a aumentar su temperatura por razones como su mayor volumen de masa muscular y que menos del 50% del sudor que genera su cuerpo se evapora y les refresca. Por lo que es mejor evitar las horas de más sol, tratar de buscar lugares con sombra e intentar trabajar a primera o última hora del día cuando no da tanto el sol y las temperaturas son más frescas. Algo que también es recomendable para nuestra salud, ya que nosotros también podemos sufrir golpes de calor por hacer esfuerzos en horas de mucho calor y sol.

patas de un caballo con protectores

3. Agua y sombra siempre presente: es indispensable que nuestros caballos tengas puntos de libre acceso a agua limpia y fresca para hidratarse y zonas de sombra para protegerse del sol a cualquier hora del día.

También podemos aprovechar para duchar el cuerpo entero de nuestro caballo a cualquier hora del día (trabajen o no) para bajar su temperatura corporal. En estas duchas podemos aprovechar y enjabonarlos para quitar restos de pelo muerto, pero no debemos abusar ya que podemos provocar reacciones en la piel no deseadas (yo lo suelo hacer cada dos semanas como mucho o en ocasiones concretas).

caballo bebiendo agua en un abrevadero

4. Repelentes de insectos: en verano las moscas están especialmente pesadas, y los que más las sufren son nuestros caballos. En el mercado podemos encontrar suplementos y productos variados que nos ayudan a repeler a estos molestos insectos aplicándolos sobre el cuerpo de nuestro caballo.

También hay mantas y máscaras, además de otros utensilios que podemos usar en la cuadra o en los prados, que ayudan a evitar que los insectos molesten a nuestros animales.

caballo con manta y mascara para proteger de los insectos

5. Reponer los minerales perdidos por el sudor: en verano nuestros caballos tienden a sudar más y pierden más sales minerales que en otras épocas del año. Además de la importancia de una buena alimentación, en el mercado podemos encontrar distintos productos como piedras de sal o electrolitos que ayudan a reponer esas sales minerales perdidas después de una sesión de trabajo.

¿Nos darías alguna recomendación más que debamos tener en cuenta para pasar este verano con nuestros caballos? ¿Qué rutinas sueles tener en verano? No dudes en contarlo en el espacio de comentarios.

¡Un abrazo!

Silvia

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